Su acercamiento al retrato está estrechamente relacionado con su vieja relación crítica con la fotografía, cuyas insuficiencias como medio de representación viene señalando desde que empezó a experimentar con ella en los años 80. Hockney cuestiona la pertinencia de su rendimiento espacial - le parece un medio plano, que "mira al mundo desde el punto de vista de un cíclope paralizado durante una fracción de segundo"- pero sobre todo su incapacidad para representar el tiempo (....) Rembrandt (...) pasaba horas y horas mirándose en el espejo y estudiando e invertía todas esas horas en el cuadro que luego verían los espectadores. Obviamente, él dedicaba muchas más horas a su obra de las que el público puede ofrecerle. Es una fracción de segundo congelado, de modo que en cuanto la hayamos mirado aunque sea cuatro segundos, ya la habremos mirado más tiempo de que la miro la cámara"
José María Faerna, descubrir el arte
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