Cuadro de las "artes oscuras" por la por su falta de luz y por su falta de alegría. Realmente esta obra es eso, el horror de naufragar y lo transmite a la perfección. Sin ser un crítico de arte, que no lo soy, este cuadro es vertical donde el azul cercano que limita con nuestro aire va pasando a un azul tan oscuro que parece casi negro. Esta sensación esta cercana a la muerte y una vez sobrepasado el umbral, está el blanco que nos indica que ya todo esta perdido y vas camino de no se sabe muy bien donde. Esta frontera es el maco de lo pintado, es su corsé que lo encasilla en una estrechez agobiante que más que nada es una sensación que uno debe de sufrir cuando se está y rodeado por el líquido asesino que te engulle hasta formar parte de de su mundo acuoso.
Como he dicho antes es un cuadro oscuro, introspectivo, puede ser incluso la situación en un momento dado en la que se encuentra el alma del autor, Jordi Teixidor y que a diferencia de los pintores valencianos como Sorolla la luz no existe, vive más abajo de ella, en semioscuridad, en el lado oscuro de la algarabía o bullicio de las playas y calles de la impresionante Valencia. Es la otra parte que jamás nos han contado pero que existe y que a lo largo de nuestra vida la visitamos porque no hay más remedio sino no seríamos como somos, humanos.
A painting of the "dark arts" because of its lack of light and its lack of joy. This work really is that, the horror of shipwreck and it conveys it perfectly. Without being an art critic, which I am not, this painting is vertical where the nearby blue that borders our air is passing to a blue so dark that it seems almost black. This sensation is close to death and once the threshold is crossed, there is the white that tells us that everything is already lost and you are on your way to who knows where. This border is the frame of the painting, it is its corset that pigeonholes it in an oppressive narrowness that more than anything is a sensation that one must suffer when one is surrounded by the murderous liquid that swallows you up until you become part of its watery world. As I said before, it is a dark, introspective painting. It may even be the situation in which the soul of the author, Jordi Teixidor, finds himself at a given moment. Unlike Valencian painters such as Sorolla, light does not exist; it lives below it, in semi-darkness, on the dark side of the hubbub and bustle of the beaches and streets of the impressive Valencia. It is the other part that we have never been told about but that exists and that we visit throughout our lives because there is no other choice, otherwise we would not be as we are, human.
Dosmilcien
@Dosmilcien_2100
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