La ciudad, tal y como la veremos en el futuro, si no la estamos viendo ya. Lo rural, junto con todo lo que eso conlleva, desaparecerá ante nuestros ojos, dando lugar a la naturaleza en estado salvaje y puro, mientras que las urbes estarán llenas de inhumanidades disfrazadas de mil y una historias personales de cada uno.
Alina Muressan lo refleja de maravilla en esta obra, una obra por otra parte fascinante, que desde mi atalaya, enfrente de mi ordenador, me dan ganas de visitar para callejear por sus arterias y empaparme de la pulsión social de la misma.
Viendo la maraña de casas, edificios públicos y todo tipo de construcciones tan apelmazadas, me apetece mucho buscar a Wally, ese chaval con gafitas redondas, con gorro de lana y suéter a rayas rojas y blancas, que siempre anda perdido por el mundo, tan perdido como muchos de nuestros congéneres en lo más profundo de su alma de esa ciudad imaginaria . Es decir, este cuadro me provoca, me predispone a una cierta acción inconsciente a la hora de buscar algo que no necesito, que no me hace falta, sea Wally o no, pero que por alguna razón que escapa a mi comprensión necesitando interactuar para buscar cualquier cosa, da igual qué.
No hay duda de que Alina tiene una fuerte influencia de la cultura japonesa a la hora de plasmar sus creaciones sobre un lienzo. Esto le permite ser extremadamente minuciosa y minimalista a la vez en el detalle, sea el que sea, puesto que este es muy importante para la condensación de sus obras.
The city as we'll see it in the future—if we aren't already—is a landscape where rural life, with all it entails, will vanish. This will make way for a state of raw, wild nature, while urban centers will be filled with inhumanity disguised by the countless personal stories of each individual.
Alina Mureșan brilliantly captures this in her fascinating work. From my vantage point at my computer, I feel a strong desire to explore this place, to wander its streets, and soak in its social pulse.
Looking at the tangled mess of houses, public buildings, and crowded constructions, I get a powerful urge to find Wally. That kid with the round glasses, wool hat, and red-and-white striped sweater, always lost in the world—just as lost as many of our fellow human beings in the depths of their souls within that imaginary city. The painting provokes me, predisposing me to an unconscious search for something I don't need, whether it's Wally or something else. For some reason beyond my understanding, I feel compelled to interact with it and look for... well, for anything at all.
There's no doubt that Japanese culture heavily influences Alina's creations on canvas. This allows her to be both meticulous and minimalist with her details, as each one is crucial for the overall impact and compression of her work.
Dosmilcien
No hay comentarios:
Publicar un comentario