Reparto:
POLLIONE: GRERORY KUNDE
OREVESO: MICHELLE PERTUSI
NORMA: MARIA
AGRESTA
ADALGISA: KARINE
DESHAYES
CLOTILDE: MARÍA
MIRÓ
FLAVIO: ANTONIO
LOZANO
DIRECTOR MUSICAL:
ROBERTO ABBADO
DIRECTOR DEL CORO:
ANDRÉS MÁSPERO
Pues mi segunda
ópera de esta temporada podríamos decir que fue apoteósica a diferencia de la primera
OTELLO, que esta al ser el segundo reparte creo que fue algo peor.
La cosa va de amor,
como casi siempre, pero amor catastrófico ya que dos mujeres NORMA y ADALGISA
están enamoradas locamente o como se entiende el amor en la ópera; amor desgarrador,
poético, apasionado hasta la muerte etc., de en bello y belicoso romano POLLIONE con el
que tiene NORMA dos hijos en secreto ya que para enredar aún mas, son enemigos
declarados puesto que como saben los galos y romanos no se llevaban muy bien
que digamos. Es decir, que dos mujeres se enamoran del enemigo de su pueblo sin
que su pueblo sepa absolutamente nada de lo que ocurre entre los maravillosos
bosques de esa tierra.
En cuanto a la
ópera en sí contarles que NORMA es la mejor ópera de VICENZO BELLINI y que el
papel de NORMA es el más difícil de interpretar de todas las óperas de todo
momento y condición para una soprano. Aparte de todo esto esta obra podríamos
decir que es mágica ya que utiliza en mundo druida, que como saben son
sacerdotes/magos y que es utilizado por BELLINI para hacer una obra que se
escucha con los sentidos ya que todos ellos este autor los utiliza para
llevarte a esos bosques frondosos, con nieblas permanentes y ese viento que
produce música celestial y divina entre los árboles.
Por lo tanto
estamos hablando de una obra diez en todos los aspectos de los que destaco el
papelón del POLLIONE que puso el teatro en píe y rendido ante su fuerza; a
NORMA que interpreta la famosa aria por la que es conocida esta obra, pero, por
poner un pero claro, la faltaba creo yo algo de fuerza. Los segundos papeles
que pasan casi desapercibidos y si uno está atento están verdaderas joyas de
todo esto siempre me encantan, y el coro y la orquesta; el primero porque
utiliza, o por lo menos en las dos que he visto lo ha hecho, cantar detrás de
los decorados con lo cual la sensación es que estas escuchando en tres
dimensiones dando profundidad a la vez que lejanía a su interpretación, y el
segundo, la orquesta, que fue majestuosa aprovechando que la parte musical de
esta ópera da para realizar el concierto de su vida.
Me queda la puesta
en escena que fue genial también; esas partes veladas aportando esa parte
mágica de la que hablábamos antes a lo que también quiero poner un pero por
poner algo, y es que no me resulto agradable las “audiovisuales” proyectadas
cuando ellas, las dos mujeres enfrentadas por amor, recordaban a su amado y que
este salía muy grande proyectando su
imagen en los lienzos traseros. A decir verdad me parecieron un poco “horteras”
Para terminar una sensación
que tampoco me gusta y es al final del todo cuando los componentes más los diferente “participantes”
de esta preciosidad salen a saludar y parte del público, si ese público que va
desde los que le apasionan la ópera a los que van porque a su novia o novio,
mujer o marido, o ligue de una noche, les llevan a la ópera porque quedas como
dios, no aplauden y salen corriendo, a aquellos que con un grandísimo esfuerzo
personal, de estudio y de sacrifico, han
llegado a esa perfección que todos hoy en día disfrutamos y que creo yo debemos agradecérselo con nuestro mejor regalo
que es el aplauso hasta que todos ellos se hayan retirado. Para todos estos que
lo hace mi más doloroso tirón de orejas, y para los otros, lo que si aprecian
es esfuerzo todo mi aprecio como no.
Quiero recordarles
a todo ustedes que esta “crítica” está hecha por alguien, o sea yo, que no
tiene ni idea de estas cosas y lo único que pretende sin ambición alguna es
acercarles el maravilloso e impresionante mundo de la ópera.
By mmc
@iarte2
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