Hoy he utilizado por primera vez mi ahuyentador de perros después de estar hasta los mismísimos pelos de sufrir la incomprensión de los canes y sus memos dueños. El dispositivo es sencillo; uno aprieta un botón y en teoría, solo en teoría, el perro se marcha o según entendía yo seguramente influenciado por las pelis de la guerra de las galaxias, el perro saldría despavorido el alguna dirección inimaginable transportado a otra dimensión. Pero no ha sido así, el perro solo se dedica a mirar como la vaca que mira el tren y seguramente para sus adentros pensaría: otro gilipollas que se ha comprado un ahuyentador para perros y no sabe que la única utilidad que esto tiene es para avisarnos para que miremos al gilipollas, otra vez, que se ha comprado un artilugio inútil. Si los perros pudieran hablar cuantas verdades nos dirían pero no es del todo malo que no lo hagan porque así pasan mas desapercibidos y no les enredamos con los problemas de los primates supuestamente evolucionados.
by mmc
@iarte2
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