Soledad, idas y venidas, colores ocres, sombras grises. Este cuadro es la crónica de una despedida. De las vías que vienen y van pero que asimilamos a adioses desgarradores, y el hombre con sombrero que camina de espaldas a nosotros en una interminable despedida como diciéndonos que no le vamos a volver a ver, y que si está ahí, es porque Rob Rowland ha querido parar en el tiempo para machacarnos en un adiós infinito. Cielo gris en un suburbio de quien sabe donde, donde el hombre, el hombre con sombrero de una despedida interminable o un adiós infinito, encara esas escaleras oscuras donde se encuentra alguna bestia infernal, sin miedo, él ante el peligro, quien sabe si lleno de tristeza o solo es un día de esos cotidianos que tenemos todos nosotros durante nuestras vidas.
Loneliness, comings and goings, ochre colors, gray shadows. This painting is the chronicle of a farewell. Of the ways that come and go but that we assimilate to heartbreaking goodbyes, and the man with a hat that walks with his back to us in an endless farewell as saying that we will not see him again, and that if it is there, is because Rob Rowland wanted to stop in the long PO to crush each other in an infinite farewell. Grey Sky in a suburb of who knows where, where man, the man with hat of an interminable farewell or an infinite farewell, faces those dark staircases where one finds some infernal beast, without fear, him before the danger, who knows if full of sadness or It's just a day of everyday life that we all have in our lives.
by mmc
@iarte2
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