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El metro de Madrid sin obreros, que ya es raro. Los productores que cada mañana ocupan y hacinan estos vagones descansan para afrontar como cada día la dura jornada laboral sobre todo para aquellos, como dice la derecha, que tienen el privilegio de tener un trabajo, convirtiendo esto en un privilegio lo que antes era un derecho. Vagones ferreros construidos con la intención de llevar personas que ahora están vacíos pero que aun así terminarán su destino en esta ida y vuelta sin fin. Parpadeo de luces por las caídas de tensión de "la red" que hace que todo sea más tétrico acompañado rítmicamente por por el traqueteo monótono que nos conduce al reino de Morfeo haciendo que muchos de nosotros caigamos plácidamente en sus garras esperando nuestro destino, como cada día, a la misma hora, en la misma estación, con el mismo recorrido y así hasta el aburrimiento.
by mmc
@iarte2
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